sábado, 15 de enero de 2011

Se encuentra en la esquina de un café con sus botas de invierno y su abrigo desgastado. Alrededor todo es una mezcla de olores de las más finas semillas de café y su molienda.
Son las nueve de la mañana y todo se percibe como si fueran en realidad las once. Los trabajadores tienen mucho entusiasmo y energía, ya hay un grupo de señoras chismeando sobre sus vidas y otro grupo de empresarios que se sumerge en una plática de negocios.
Ella simplemente observa y se limita a esperar. Pasan cinco, diez, quince minutos y no hay señales de vida. No hay mensajes, no hay llamadas. Y empieza a preguntarse si habrá incurrido en el error. Pero no, está segura de que no hay error. Y entonces aparece un signo de su existencia. Un correo. Confirma la inexistencia del error, pero la reunión tampoco llegará a concretarse. A sus espaldas ahora sólo se escucha el acento argentino de un curioso turista que visita la ciudad. Cómo le gustaría estar sentada en un avión con un boleto a un destino indefinido sin fecha para regresar. Sin embargo se encuentra ahí. En la esquina de un café, percatándose de la esencia del momento presente: siempre instantánea, impredecible y perfecta.

sábado, 1 de enero de 2011

Me llego el 2011 en la estancia de mi nueva casa, a mi alrededor todo era cajas, cajas y mas cajas. Hace mucho tiempo que no pasaba un año nuevo sin una fiesta y sin amigos, pero tengo que confesar que este inicio de año ha sido muy feliz.

La mudanza ha sido una tarea a la que me he dedicado por tres dias enteros. Hace cuatro años que no me cambiaba de casa y estaba perdiendo la practica. "Usted no se preocupe señorita, nosotros somos los expertos" me dijo multiples veces el jefe de la mudanza. Yo tambien ya estoy a un paso de ser experta.

Lo mejor de todo es que cambiar de casa te renueva, nos redefine. Me duele todo. No he tenido tiempo ni para pensar en mis propositos de año nuevo y mucho menos para sentarme a leer, pero me estoy dando cuenta de que muchas veces el silencio puede decir mas que las palabras.

Empezar el 2011 en una nueva casa ha sido el mejor de los regalos que me ha dado el 2010. Ademas, sin intencion he empezado a cumplir muchas de las cosas que deseaba para este año. Todo pinta para que este 2011 termine siendo una gran obra de arte.

Lo mas feliz es que ahora tengo un balcon que esta techado por las ramas grandes de un arbol.

Creo que es ahí donde tendre grandes momentos en este 2011, encuentros con grandes historias y multiples paginas de libros que aun me quedan por leer. Ya hasta me estan dando ganas de fumar solo para hacerlo ahí.

Quiza lo mejor sera que, al igual que hoy, este lugar sera testigo de mis pensamientos y complice de su traduccion en palabras, y entonces si cosechare la siembra de este gran habito que es escribir.

Feliz año nuevo!

P.D. Perdon por la mala ortografia de este texto, no tengo un buen instrumento de comunicacion.
 

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