La cabeza no me deja dormir. Mis ojos están cansados y mi espalda grita con fuerza. Mis piernas tienen flojera y en general no estoy de humor. No me gusta escribir cosas que puedan ser negativas, pero transformar las palabras en ideas es una práctica muy relajante, sobre todo cuando no te has dado el tiempo de hacerlo.
Las vacaciones volaron. Cada año lo hacen más rápido, pero esta vez el regreso fue como si me hubiera tirado de un bungee sin tener la opción de hacerlo o no. El semestre está lleno de actividades y la familia no ha sido del todo adaptable a este hecho. La caída ha sido fuerte y sorprendente. Sigo en la aventura, subiendo y cayendo día con día, esperando el momento en que por fin tocaré el suelo o en que a alguien se le ocurrirá jalarme otra vez hasta la plataforma. Sobreviviré. Sólo espero que si la vida decide llevarse en el encuentro a mi cuerpo, al menos sea buena y me deje para un rato el corazón.
miércoles, 8 de septiembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
ánimo Ivonne! En la vida hay subidas y bajadas... a veces se nos hace q la subida es eterna, pesada, desgastante y, a ratos, solitaria. Pero siempre viene una bajada después de haber llegado a la cima. Y en esa bajadita aprovechamos para descansar, para sentir relajadamente el aire q nos refresca después del esfuerzo realizado... y también esas bajadas nos dan el impulso necesario para la siguiente cuesta arriba. Sabes q no subes la empinada sola, aquí estamos tus amigos ;) y prepárate porq si así de larga y pesada es la subida, la bajada estará de 10!! te quiero amiga!!!
Tu sais tu est fort... allons-y!
Bisoux
Publicar un comentario